Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente

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El concepto de “neuropsicoanálisis”. Ventajas y desventajas

PDF: golse-concepto-neuropsicoanalisis.pdf | Revista: 43-44 | Año: 2007

Golse, Bernard
Paidopsiquiatra-psicoanalista / Jefe de psiquiatría del Hospital Necker-Enfants Malades (París) / Profesor de psiquiatría del Niño y del Adolescente en la universidad René Descartes (París 5) / Inserm, U669, París, Francia / Universidad París-Sur y Universidad París Descartes, UMR-S0669, París, Francia.

Escrito para la “European Paediatrics Review”, 2007. Traducido por Ainara González Villanueva (Psicólogo) y Yeray Duque Franco (Psicólogo).

LA SOCIEDAD INTERNACIONAL DE NEUROPSICOANÁLISIS

La Sociedad Internacional de Neuropsicoanálisis fue fundada en julio del 2000, con la participación del Centro Anna Freud en Londres y ahora, con la activa labor de Mark Solms (psicoanalista y neuropsicólogo) y Jaak Panksepp (neurocientífico), que son los copresidentes de la sociedad, y también de muchas otras (la sociedad cuenta con una número de miembros en todo el mundo de alrededor de 400), la sociedad explora diferentes campos de convergencias entre el psicoanálisis y las neurociencias, con un interés especial en la cuestión de las emociones.

El sitio web de la sociedad es el siguiente: www.neuropsa.org.uk

EL ENCUADRE EPISTEMOLÓGICO DEL PSICOANÁLISIS

En agosto de 2007, el 13 Congreso Internacional de la ESCAP (Sociedad Europea de Psiquiatría del Niño y del Adolescente) tuvo lugar en Florencia (Italia), y tuvo un espacio especial claramente creado para el concepto de “Neuropsicoanálisis”, a la luz de sus ventajas y de sus inconvenientes.

Tuve ahí, la oportunidad de subrayar cómo el encuadre epistemológico del psicoanálisis sigue siendo moderno y estimulante:

  • En primer lugar, el concepto freudiano de “series complementarias” es, sin duda, el ancestro epistemológico de la noción de modelos multifactoriales (S. Freud, 1916-17).
  • No debe olvidarse que la praxis psicoanalítica, que implica tanto la práctica del psicoanálisis como sus implicaciones teóricas, se basa en la premisa de “la verdad local”. Esta observación nos lleva de manera natural a la noción del setting psicoanalítico, que es, evidentemente, un concepto clave en el psicoanálisis. En cierto modo, podríamos decir que la totalidad del psicoanálisis puede ser considerado como una metapsicología del setting, pero de una forma no predictiva en lo que se refiere a los contenidos de la sesión.
  • El impacto de la observación en la situación observada es también una contribución Freudiana, y aparece en la actualidad crucial en otras muchas disciplinas.
  • La cualidad intangible del material observado en el psicoanálisis (sentimientos, afectos, fantasías, imágenes mentales, etc.) no es justificación suficiente para proclamar que el psicoanálisis no es científico en sus aproximaciones, porque este hecho es compartido también, por ejemplo por las partículas físicas.
  • El tomar los fenómenos patológicos o poco comunes como el punto de partida desde el cual inferir estados normales o habituales no es en ningún caso una aproximación específica del psicoanálisis, como podemos ver en el campo de la genética.
  • Y finalmente, la dialéctica del continente-contenido, la cual se ha convertido cada vez más importante para el psicoanálisis especialmente gracias a las contribuciones de Bion, es ampliamente usada en otras muchas disciplinas; en lingüística por ejemplo, la comparación entre la estructura sintáctica y el contenido léxico es una noción muy importante.

Estos son los puntos de convergencia que he considerado útiles subrayar entre la metodología específica del psicoanálisis y la de las ciencias experimentales. Sin embargo, es preciso decir que sería más beneficioso para el psicoanálisis ser comparado con las ciencias narrativas más que con aquellas llamadas ciencias experimentales de línea dura.

PSICOANALISTAS Y NEUROCIENTÍFICOS: UNA NUEVA OPORTUNIDAD DE DIÁLOGO

El 8 Congreso de la Sociedad de Neuropsicoanálisis quedó establecido en Viena justo antes (en julio del 2007), y fue consagrado bajo el lema: “Perspectivas Neuropsicoanalíticas de la Depresión”.

Fue muy interesante ver que el concepto del neuropsicoanálisis es capaz de reunir un interés mutuo entre psicoanalistas y neurocientíficos, tanto, que los campos de investigación de los unos, son capaces de estimular reflexiones en los otros y viceversa.

En otras palabras, las ventajas del concepto de neuropsicoanálisis son las de acercar a clínicos e investigadores de diferentes disciplinas, todos ellos implicados en el estudio de la mente humana, aunque las desventajas del concepto podrían ser las de confundir los dos diferentes niveles epistemológicos de estas disciplinas, y tras esto, conducir a alguna confusión conceptual.

De todos modos, en Francia, con Daniel Widlocher, Lisa Ouss, Alain Braconnier y muchos otros, estamos muy interesados en establecer el grupo franco-parlante de la Sociedad de Neuropsicoanálisis, lo cual parece hoy una herramienta necesaria para permitir una verdadera comunicación entre psicoanalistas y neurocientíficos.

Esta comunicación es ahora más posible que nunca, y puede que esta nueva oportunidad sea en parte debida a la emergencia del concepto de intersubjetividad, siendo éste realmente capaz de preparar el camino para una biología de las relaciones, y, al mismo tiempo, de abrir la vía hacia una supresión definitiva de la tan costosa separación entre las teorías del drive y las teorías de las relaciones objetales, en el marco de la metapsicología.

Aún así, hasta el día de hoy, hay una enorme diferencia entre los puntos de vista neurocientífico y psicoanalítico.

Por ejemplo, la aproximación cognitiva al proceso del olvido no tiene lugar en ningún caso al mismo nivel que el mecanismo de represión psicodinámico.

Otro ejemplo: la evaluación de las psicoterapias y de los tratamientos psicoanalíticos, incluso por la vía de la neuroimagen, no pertenece, según mi opinión, al campo del neuropsicoanálisis como tal.

De hecho, el nivel de observación de la neuroimagen sigue siendo muy macroscópico en relación a los niveles de los procesos psíquicos, y sería una amarga ilusión el esperar que las evoluciones de la terapia deberían ser necesariamente reflejadas en cambios en la neuroimagen.

Sabemos muy pocas cosas sobre esto hasta hoy, y es importante no utilizar hipótesis demasiado simples sobre ello.

Si no perdonamos estas cuasi-evidencias, es a partir de ahora, realmente útil y necesario intercambiar nuestras diferentes representaciones del cerebro humano y del funcionamiento de la mente, y aquí reside el interés principal del concepto de neuropsicoanálisis.

CONCLUSIONES

Estas pocas reflexiones no tienen otra intención que intentar juntar de una manera coherente ciertas observaciones que provienen de diferentes dominios epistemológicos.

Algunos comentarios merecen ser mencionados:

  • En primer lugar, el psicoanálisis no tiene nada que temer, como podría parecer, del formidable progreso experimentado en todos los ámbitos de la ciencia, y particularmente en la neurociencia.
  • Un determinado marco multifactorial, junto con una aproximación interdisciplinar implica que el psicoanálisis puede de hecho esperar con ilusión progresos más allá de los logrados; trabajando juntas, estas diferentes disciplinas harán más fáciles de entender las interrelaciones entre el individuo y el ambiente, y en particular será más fácil subrayar de manera más precisa los mecanismos intrínsecos de la epigénesis.
  • El trabajo a través de las diferentes disciplinas es lo que J. Hochmann y M. Jeannerod ilustraron en su libro (1991). Para la introducción de éste contaron con una exquisita cita de J. Keats en la que el poeta señala que las mentes pueden ir en sus diferentes caminos, algunas veces de manera contradictoria, pero al final siendo bienvenidas unas y otras al final de su viaje.
  • En segundo lugar, la cognición no debería ser concebida como un nuevo dominio epistemológico como tal, sino, como sugirió D. Widlöcher (1990) con su idea de los “operadores de conmutación”, como un campo traductor que permite la construcción de puentes y conexiones entre la aproximación biológica al fenómeno mental y las interpretaciones psicodinámicas.
  • En tercer lugar, si el mito científico contemporáneo (A. Green, 1987) es probablemente genético, es todavía el caso de que los seres humanos, tal vez a causa de su propia programación genética están más abiertos a los efectos de su entorno de lo que lo está, por ejemplo, la ameba (F. Jacob, 1970). Teniendo en cuenta este aspecto, y sin ir tan lejos como para hablar de la corriente neo-Lamarckiana, el punto de vista genético en lo que se refiere a las características adquiridas y a los rasgos complejos quizás deberá ser re-examinado, probablemente no en lo que se refiere al contenido del genoma, sino a cómo el impacto del medioambiente se ve expresado en el genoma. Recientes estudios en la homeótica (o arquitectura) de los genes están empezando a aportar cada vez más información sobre estos temas. A largo plazo, el efecto de las relaciones en el medioambiente, y quizás un análisis de las mismas, podría ser examinado bajo esta luz.
  • Por último, si los recientes descubrimientos científicos no nos permiten todavía proponer ningún tipo de paradigma central ni metáfora nueva para nuestro razonamiento metapsicológico, muchos de ellos han producido suficiente evidencia sobre la veracidad de algunos de los planteamientos e intuiciones de Freud, como resultado de esto podemos pasar a proclamar alto y claramente la persistente, y probablemente incluso insistente, modernidad del psicoanálisis.

Finalmente el concepto de neuropsicoanálisis se vuelve cada vez más y más relevante, debido a que existe un cambio real en la perspectiva biológica.

De hecho, los neurocientíficos han considerado mucho tiempo el cerebro como tal dejando a un lado la cuestión de las relaciones.

Desde hace poco tiempo, le están dando un impulso a lo que podríamos llamar como una “biología de las relaciones”, y esto queda demostrado con los recientes hallazgos biológicos en el campo del apego.

De esta manera hacen el mismo movimiento que hicieron los psicoanalistas al pasar de la teoría del drive a la teoría de las relaciones objetales.

Esta es una de las grandes ventajas del concepto de neuropsicoanálisis, que nos permite sobrepasar la tan costosa separación entre la bio-psicología de un individuo y la biopsicología de las relaciones.

Pero, hemos de subrayar un punto importante, si el objeto de estudio de la neurociencia es claramente el cerebro como tal, el objeto de estudio del psicoanálisis es el material producido mediante el trabajo psíquico del paciente y del analista. La desventaja del concepto del neuropsicoanálisis pudiera ser la confusión de estos dos puntos de vista epistemológicos tan diferentes, pero, en contraste, la ventaja de éste radica en poder unir estos dos términos sin confundirlos entre ellos, con la intención de definir diferentes relaciones para una misma estimulación y un mismo planteamiento.

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