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2014-06-09 TDAH Allen Frances

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Publicado en Psychiatric Times en abril de 2014. (ver) .Traducción Alberto Lasa

“Mi predicción: la moda del TDAH está a punto de desvanecerse”[1].

Allen Frances (abril 2014)

 He estado participando mucho últimamente, en “blogs” y en “Twiter”, sobre el TDAH porque creo que hay un cambio en el ambiente.

Este es el peor de los tiempos para el diagnóstico deL TDAH porque la estadísticas muestran que esta siendo salvajemente y excesivamente diagnosticado y tratado (“vildly over -diagnosed and  over-treated”). Posiblemente sea también el mejor momento para el diagnóstico del TDAH, porque hemos llegado al punto de inflexión y comenzamos a sentir la esperanza de que la moda del TDAH comienza a desvanecerse.

Los humanos son criaturas sugestionables que se sienten reconfortadas en la multitud y propensas a seguir el pensamiento mayoritario del grupo. Con frecuencia caminar con el rebaño es la apuesta inteligente y segura, pero seguir al líder pueda causar grandes problemas cuando el rebaño  corre hacia el acantilado.

La historia de la psiquiatría esta repleta de la periódica recurrencia de diagnósticos de moda que de repente logran prominencia y que también rápidamente se desvanecen.

La angustia, el malestar (distress) humano siempre es difícil de explicar y a veces de tolerar. Las etiquetas diagnósticas, incluso las falsas, pueden conseguir una gran e inmerecida popularidad porque parecen explicar de otra manera lo inexplicable y proporcionar la esperanza de que su descripción del problema llevará a mejorarlo. Y una vez que tienes un martillo diagnóstico todo empieza a parecerse a un clavo.

La triplicación de las tasas de TDAH en los últimos 20 años y el aumento por las nubes del uso de estimulantes son signos seguros de una moda. Las fuerzas que la han promocionado, y continúan haciéndolo, son formidables:

–          Las empresas farmacéuticas no renunciarán a 10 billones de dólares anuales sin luchar ferozmente por sus estimulantes beneficios. Ellas tienen la motivación y los medios para ampliar masiva y engañosamente su mercado y tratarán de extender su base de clientes para estar tan omnipresente en los adultos como en los niños. Pharma es uno de los más poderosos lobbies en Washington, que ha intimidado con éxito a nuestro gobierno para permitir la publicidad directa al consumidor, que ha sido prohibida en casi todos los demás países.

–          Si el diagnóstico inapropiado de TDAH existe,  es en parte porque es

un billete para adquirir legalmente estimulantes, que luego pueden ser fácilmente desviados a un uso recreativo.

–          El TDAH proporciona una legitimación médica para obtener estimulantes que pueden ser usados para mejorar rendimientos por adultos perfeccionistas o niños que no tienen un TDAH.

–          Algunos de los influyentes expertos especialistas en TDAH están ciegos ante los riesgos que plantean el sobre-diagnóstico y el sobre-tratamiento (con un fuerte soporte de las compañías farmacéuticas) y  al difundir el falso evangelio de que diagnosticar más  equivale a diagnosticar mejor.

–          El mayor grupo de asociados afectados por el TDAH recibe un tercio de sus fondos de las compañías farmacéuticas y   repite constantemente sus directrices (“ and parrots the party line”)

–          También los maestros fomentan el excesivo diagnóstico de TDAH particularmente cuando trabajan en sistemas escolares caóticos (con clases demasiado numerosas e insuficientes  tiempos de gimnasia)

 

Dado que este Goliath apoya la promoción de la moda ¿por qué esta apuesta a largo plazo (long shot bet) ahora que esta empezando a desvanecerse?

–          El porcentaje de niños diagnosticados (11% de la población general y 20% de los adolescentes-teenagers) es tan absurdamente elevado que la gente razonable ya no puede aceptar una etiqueta que está siendo aplicada sin ningún cuidado ni precaución suficiente.

–          La aceleración asombrosa en el uso de estimulantes (6% de la población y 10% de los adolescentes) nos sorprende  con la constatación de que estamos creando una generación de niños drogados.

–          Los estudios muestran que los estimulantes son mucho menos eficaces de lo que originariamente pensamos en mejorar el rendimiento escolar a largo plazo.

–          Algunos de los principales expertos que han desarrollado el concepto de TDAH y realizado las mejores investigaciones se pronuncian sobre su sorpresa y consternación por la forma en que ahora se aplica de manera abusiva.

–          La prensa expone ahora frecuentes casos de diagnósticos descuidados y de mala utilización de los estimulantes. Alan Schwarz en el New York Times ha merecido una mención especial (y un premio Pulitzer) por un vivo y profundo informe, que esta recibiendo amplia cobertura internacional y haciendo un largo recorrido.

 

Sin embargo, en última instancia, mis esperanzas  se apoyan sobre todo en los padres.

Parecía que, hasta hora, habían jugado un papel pasivo en la promoción de la moda TDAH –siguiendo las recomendaciones de los médicos- en un esfuerzo por ayudar a sus hijos. Mi apuesta es que ahora tendrán un papel activo en la reducción de la moda TDAH, protegiendo a sus hijos de diagnósticos injustificados y de  tratamientos medicamentosos potencialmente dañinos. Ningún padre debe darle pastillas a un niño después de un diagnóstico realizado tras una única consulta de escasos minutos.

El diagnóstico preciso requiere tiempo en cada sesión y por lo general muchas sesiones. Una actitud de espera expectante y cambios en el entorno deben preceder al diagnóstico y, muchas veces, hacerlo innecesario. Los fármacos estimulantes no deben usarse para mejorar los rendimientos porque a la larga no mejoran el rendimiento y no sabemos que daño puede causar a un cerebro en proceso de maduración.

La moda del TDAH se desvanecerá porque todas las modas psiquiátricas tontas (dumb) se desvanecen con el tiempo. Como dijo Abraham Lincoln: “Puedo engañar a todo el pueblo algún tiempo y a parte del pueblo todo el tiempo, pero no puedo engañar a todo el pueblo todo el tiempo”.

Pronto habrá un punto de inflexión cuando el sentido común de los padres, los resultados de investigaciones que hacen reflexionar, y las informaciones de los medios de comunicación abrumarán al marketing y al poder político de las compañías farmacéuticas sin escrúpulos y a los hábitos de prescripción de los médicos negligentes. Tengo la esperanza y estoy prediciendo que estamos justo en este punto aquí y ahora.



[1] Publicado en Psychiatric Times en abril de 2014. (ver) Traducción Alberto Lasa

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