Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente

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Actualización en psicoterapia de grupo de orientación psicodinámica con niños y adolescentes en los servicios de salud mental de la Comunidad de Madrid

PDF: groch-actualizacion-psicoterapia-grupo-madrid.pdf | Revista: 29 | Año: 2000

Juan E. Groch
Psicólogo SSM Alcorcón (Madrid)

Laura De la Iglesia
Psicólogo SSM Fuenlabrada (Madrid).

Carmen Villanueva
Psicólogo SSM Parla (Madrid).

Comunicación presentada en el XII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia de Niños y Adolescentes (SEPYPNA) que bajo el título “Nuevos retos y nuevos espacios en psicoterapia” se desarrolló en Girona los días 15 y 16 de octubre de 1999.

RESUMEN: Lo interesante de este artículo es que se reúnen diferentes profesionales de distintas áreas de la Comunidad de Madrid, para unificar y ampliar criterios respecto a la Psicoterapia de grupo de orientación psicodinámica con niños y adolescentes. Se han reunido periódicamente entre los años 1994 y 1998.

INTRODUCCIÓN

La modalidad de psicoterapia de grupo es utilizada en muchas de las instituciones donde se atienden problemas de salud mental en niños y adolescentes (centros ambulatorios especializados, hospital de día, residencias, atención a familias de riesgo, etc.), pero la formación en psicoterapia de grupo con niños y adolescentes no ha sido suficientemente contemplada. Un grupo de psicoterapeutas que trabajan en este ámbito, nos reunimos periódicamente durante cuatro años, con la finalidad de llegar a una puesta en común sobre la implantación técnica de este tipo de psicoterapia y canalizar los requerimientos de formación, tanto para el staff como para los PIR y MIR de los S.S.M. de La Comunidad de Madrid (C.M.).

Participamos profesionales psicólogos y psiquiatras de los Servicios de Salud Mental (S.S.M.) de Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe y Parla, del Servicio de atención a familias de riesgo integrado en los Servicios Sociales de Parla y del Hospital de día del Hospital Niño Jesús de Madrid (1).

Las reuniones se desarrollaron en un hablar entre nosotros libremente sobre nuestras experiencias de trabajo en relación a la psicoterapia de grupo de corte psicodinámico que realizamos desde hace años y la tarea en las mismas se abordó con unos mínimos aspectos prefijados. La coordinación estuvo a cargo de Juan Groch y la observación y transcripción del material se hizo de forma rotativa.

Actualmente no existe un contraste de criterios, aunque a partir de dos encuestas americanas (KYMISSIS et.al. 1991), intentamos diseñar un modelo equivalente para la formación de psicoterapeutas de grupo con niños y adolescentes que, según sea el desempeño del observador, se comenta más adelante.

Contrastamos nuestras experiencias prácticas, nuestros conocimientos y trabajos previos como publicaciones, tesis, proyectos de tesis y revisiones bibliográficas. Una de las prioridades fue acercar a los terapeutas que trabajaban más la psicoterapia de grupo con adolescentes a los grupos de niños y viceversa.

CRITERIOS COINCIDENTES

Desde un principio, se llegó a un número importante de criterios coincidentes entre los que podemos señalar los siguientes:

  • Resulta fundamental el respeto al encuadre en aspectos tan esenciales como la asistencia con regularidad y puntualidad a las sesiones.
  • Existe consenso en que los psicoterapeutas de los S.S.M. ambulatorios trabajamos con grupos heterogéneos respecto de la sintomatología tratada.
  • Se estableció como objetivo del proceso terapéutico “el equilibrio en la interacción”. Se remarcó la importancia de que los pacientes fueran seleccionados previamente según sintomatología, edad, sexo, etc., para que el intercambio entre los integrantes fuese fructífero, Dicho requisito resulta indispensable para la consecución eficaz del tratamiento de grupo, permitiendo la experiencia emocional correctiva y la maduración de los pacientes.
  • La inclusión de los padres en general y en especial de las madres en el proceso psicoterapéutico, con una frecuencia, objetivos y modalidades terapéuticas específicas para cada situación.

En dichas reuniones, nos fuimos organizando para profundizar en los temas de los que exponemos a continuación los acuerdos básicos logrados sobre encuadre, normas, criterios de selección y alta, nivel de intervenciones durante el proceso, el trabajo de observación, supervisión, grupos de padres, trabajos específicos con adolescentes, hospital de día infantil y familias de alto riesgo.

En cuanto al encuadre, son necesarias unas condiciones mínimas para poder trabajar con esta técnica que tienen que ser pactadas y apoyadas por la institución (Una sala con unos requisitos tales como superficie, condiciones de seguridad, material necesario como cojines, pizarra, juegos…).

Además del mantenimiento fijo en espacio, tiempo (semanal, de 60 a 90 minutos) y terapeutas, se establecen unas normas básicas de funcionamiento, confidencialidad sobre lo acontecido en el grupo, no dañarse entre ellos, no está permitido llevarse material del grupo ni traer cosas de fuera, compromiso en la asistencia…

Se realizan grupos abiertos y cerrados con una duración que varía desde 4 meses a 3 años, siendo la media de un año.

La edad como criterios de selección no toma en cuenta sólo la edad cronológica, sino también la edad mental y el ciclo escolar, con un criterio general de 3 años como máximo de diferencia de edad entre los miembros.

A lo largo de las reuniones, se aportaron diferentes casos clínicos y ejemplos psicopatológicos para ilustrar el amplio espectro de pacientes susceptibles de beneficiarse con este tipo de psicoterapia, entre los que podemos incluir por ejemplo: pacientes en edades comprendidas entre 6 y 12 años, varones, hiperactivos, con problemas de relación y/o de conducta o adolescentes con sintomatología depresiva, conflictos familiares, de separación e individuación.

También se señaló la utilidad de los grupos homogéneos o sindrómicos, para el tratamiento de otro tipo de demanda, como pueden ser, por nombrar los más frecuentes, casos de enuresis o anorexia mental.

Las calidades de las relaciones objetales fueron especialmente tenidas en cuenta en la terapia de grupo con niños y púberes. Se puntualizó la importancia de que los niños tuvieran claro el motivo de consulta, el problema o síntoma por el que están en tratamiento, para que se puedan centrar en la tarea.

Se trabaja a través del juego, del dibujo y/o de la palabra para conseguir de esta forma dar salida a las tensiones que se generan.

La actitud del terapeuta es participativa en mayor o menor medida. Los cambios tienen lugar gracias a la transferencia generada en el grupo por las relaciones de identificación y puestas en el lugar del otro y a las intervenciones del terapeuta que puede utilizar la interpretación, el señalamiento o la confrontación, haciendo referencia al momento actual (aquí y ahora), pero teniendo en cuenta la historia individual y del grupo.

Se insistió en la importancia de trabajar la finalización del grupo, el duelo por la separación y la clarificación de objetivos logrados y no logrados.

La valoración del proceso y evaluación del resultado fue posible gracias a la observación y seguimiento sistemático de la interacción de los pacientes en el grupo, lo que nos ha permitido diseñar un instrumento de evaluación para constatar la eficacia de dichos tratamiento. Es importante destacar que las propiedades curativas de este tipo de psicoterapia se complementan con sus posibilidades pedagógicas y de investigación.

El criterio de alta más importante es la desaparición de síntomas y una estabilización general del niño y la familia. En el proceso del grupo nos encontramos con unos logros relacionales y desbloqueo intelectual que aunque no se busque directamente, se tienen en cuenta como criterios para el alta.

En caso de contar con un observador se especificó su desempeño y tipo de participación en el grupo según el nivel de formación (PIR, MIR, estudiantes del practicum de psicología. Dicho desempeño, sirve para reprocesar y llevar la historia del grupo y/o con la finalidad devolución al mismo (teniendo en cuenta emergentes individuales y grupales).

En la supervisión del trabajo con el observador se valora el material producido por el conjunto del grupo como por cada uno de sus integrantes, (a nivel psicopatológico, histórico-evolutivo, situacional, etc.) lo que permite estructurar las posibles intervenciones psicoterapéuticas. La supervisión es el medio más idóneo para el aprendizaje de la técnica y de la función terapéutica.

Las intervenciones con padres se consideran indispensables y también se realizan en grupos, con objetivos y modalidades terapéuticas diferentes (que van desde reuniones mensuales, bimensuales, hasta grupos de padres paralelos con los de los niños), intentando hacerlos con la mayor continuidad posible, ya que dichos grupos, favorecen el cambio familiar, repercutiendo positivamente en el niño/a.

Como especifico de la terapia de grupo con adolescentes, se hacen ciertos ajustes en cuanto al tiempo, siendo normalmente de un año por término medio, se utiliza sólo la palabra, no se interviene tanto con los padres y se señala la importancia del trabajo de la fantasía inconsciente del grupo.

El tener en cuenta la necesidad de acercamiento a sus pares y de separación de sus mayores, potencia la eficacia de los tratamientos, permitiendo la elaboración de conflictos propios de esta edad.

Las técnicas de grupo son de gran ayuda en el hospital de día infantil, tanto en el abordaje con niños psicóticos y trastornos severos de la primera infancia, como con las madres de estos niños, las cuales van transmitiendo a las integrantes recién llegadas la experiencia y evolución de sus hijos. El objetivo de socialización es aquí primordial.

Igualmente, se constató la efectividad del trabajo en grupo con familias de alto riesgo, con niños y adolescentes en un trabajo interdisciplinario, a partir de un dispositivo de servicios sociales, para prevenir cuadros de cronificación y demandas posteriores a los Servicios de Salud Mental.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Creemos que el resultado de estas reuniones entre diferentes profesionales que trabajan en psicoterapia de grupo de orientación psicodinámica con niños y/o adolescentes en el ámbito de la salud pública, fue muy positivo y esclarecedor, no sólo porque pudimos profundizar en aspectos específicos de la psicoterapia de grupo para estas edades, sino también porque a la luz de la heterogeneidad de experiencias y ámbitos de trabajo, pudimos visualizar la amplia gama de posibilidades que ofrece esta técnica, estableciendo algunas recomendaciones y límites para su abordaje.

A pesar de una cierta generalización, inevitable para no perder de vista el bosque, entendemos que lo tratado nos posibilitó el pensar, contrastar y establecer criterios para mejorar esta técnica de trabajo.

Por último, nos pareció pertinente proponer una bibliografía actualizada.

1 Los profesionales que participaron en dichas reuniones fueron: Concha Bellas, Félix García Villanova, Juan Gonzalez, Juan Groch, Laura de la Iglesia, Encarna Mollejo, Paloma de Pablos, Marta Peral y Carmen Villanueva.

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