Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente

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Procreación y crianza en los tiempos actuales: Introducción general

PDF: procreacion-crianza-juan-manzano.pdf | Revista: 48 | Año: 2009

Juan Manzano
Psiquiatra Psicoanalista. Presidente de SEPYPNA. Miembro titular didacta de la Societe Suisse de Psychanalyse. Ex director del Servicio médico-pedagógico de Ginebra.

Transcripción de la Ponencia presentada en el XXII Congreso Nacional de SEPYPNA que bajo el título “Nuevas formas de crianza: Su influencia en la psicopatología y la psicoterapia de niños y adolescentes” tuvo lugar en Bilbao del 22 al 24 de octubre de 2009. Reconocido como actividad de interés científico-sanitario por la Consejería de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco.

La introducción al tema de este congreso es: Cambios sociales y nuevos modos de crianza. Yo añadiré un subtítulo: ¿A dónde vamos?

Hace unos meses ha aparecido en los paneles de las calles de Ginebra un cartel (Imagen 1), en el que un papá está con su hija. Está sólo con ella. Como ven, lo de “solo” está escrito dos veces, una en español y otra en italiano. La palabra sólo, se refiere al “solo” cuando hay una orquesta.

Este cartel fue seguido de otro que también de manera independiente apareció por las calles de Ginebra (Imagen 2) y finalmente apareció un tercero (Imagen 3). Eran las imágenes de una campaña publicitaria lanzada por una asociación privada sin ánimo de lucro, con el fin de poder reunir a estas familias monoparentales. En Ginebra las familias monoparentales son extraordinariamente frecuentes, ya hay más del 60% de divorcios con respecto a los matrimonios, y si a esto le añadimos el dato de que a los 5 años de matrimonio es cuando se da el punto de inflexión, tenemos multitud de familias monoparentales con hijos pequeños. La campaña que menciono, según mis últimas informaciones, tuvo cierto éxito y con ello se consigue que dos familias monoparentales hagan una familia, digamos, biparental. Y ése es un ejemplo de la situación de cambio social de la cual les quiero hablar.

Mi propósito aquí es simplemente introducir este tema. La organización del Congreso ha tratado de dejar suficientemente tiempo para que haya espacios de discusión y de debate para que todos podamos participar, ya que todos estamos concernidos por un tema como éste.

Trataré de presentar rápidamente las ideas que sobre el tema considero importantes, porque me he dado cuenta de que cuando me he puesto a pensar en toda esta cuestión, poquito a poquito se iban llenando de páginas de ideas, así que voy a tratar de resumir lo más posible.

De entrada tengo que advertirles de una trampa metodológica que acompaña siempre a este tipo de estudios. En toda mi exposición voy a tratar de grandes problemas en términos epidemiológicos y estadísticos y no de situaciones individuales. Creo que es importante señalar y evitar esta trampa porque es común que lo que se dice en términos de epidemiología tiene un significado distinto de lo que se dice cuando hablamos de una situación individual.

Voy a referirme de una manera breve y no exhaustiva a lo que yo considero las situaciones, las zonas de riesgo más características. Las voy a analizar con mis propios modelos, pero voy a aportar lo que está publicado en la literatura también con respecto a cada una de estas zonas según análisis evolucionistas, culturales, sociológicos, neurofisiológicos y clínicos psicodinámicos.

Primera zona de riesgo: La procreación

Si estudiamos la situación cronológicamente, la primera zona de riesgo es la procreación. Los hechos estadísticos que les voy a referir son los siguientes: como ven en la Diapositiva 1 (número medio de hijos por mujer) aunque la curva parece muy ascendente, lo único que ha ascendido es 0,2 décimas.

Diapositiva 1:

Esta tasa epidemiológica, como saben, se puede llamar una tasa de extinción. No reemplaza a la pareja de los padres y en términos demográficos significa que este grupo social está en peligro de extinguirse. Se puede calcular incluso matemáticamente cuando se va a terminar. Y tengan en cuenta que este aumento que hemos visto en la población en el número medio de hijos por mujer en España, el 0,2 está sesgado porque entre tanto, ha existido la inmigración extranjera que eran jóvenes y con muchos hijos, es decir que de hecho, el grupo inicial de los españoles ha bajado.

En la Diapositiva 2, se refleja el porcentaje de madres extranjeras en total, y como pueden observar ustedes, de ese total hay que quitarle casi el 20 % si se habla del grupo inicial.

Diapositiva 2:

Eso nos lleva a considerar, Diapositiva 3, que la edad media de las madres al nacimiento del primer hijo está ya en los 30 años.

Diapositiva 3:

Como luego veremos, la significación de la barrera de los 30 años desde el punto de vista general es muy importante. ¿Y qué pasa con esto de la demografía? Es una pregunta que concierne evidentemente a todos los países occidentales, no es una cosa solamente española. En Europa es más o menos así, y también en los Estados Unidos. La correlación más directa es con la renta per cápita. La renta per cápita llega a un punto y cuando llega a ese punto, la curva demográfica desciende. Saben que la renta per cápita es un indicador del nivel económico del país. Esto por ejemplo es muy significativo en los países mediterráneos comparados con los escandinavos. Durante mucho tiempo era espectacular el número de hijos que había entre españoles, italianos y griegos, etc. Como ha subido la renta per cápita, ha descendido el número de hijos, ya así llega un momento en el que los paises mediterraneos hemos alcanzado y superado a los escandinavos. Luego veremos por qué.

La renta per cápita se acompaña evidentemente de unos cambios sociales, que tienen que ver con la demografía. Aunque ustedes ya conocen estos cambios sociales, yo voy a destacar alguno. El principal que yo destacaré aquí, y que nos concierne, es el cambio espectacular, del estatus de la mujer. Este ha sido un progreso evidente: igualdad, autonomía, libertad de elección, libertad sexual, formación e incorporación progresiva, cada vez más, al trabajo en la sociedad.

Este cambio se acompaña, evidentemente, de un cambio también en los hombres, aunque los hombres no cambien al ritmo trepidante que ha cambiado la mujer. Lo cierto es que ha cambiado mucho. Como me dijo un día mi hijo mayor cuando se casó e iba a tener el primer hijo: “Papá, las mujeres han cambiado”. Evidentemente se refería a que la mujer con la que se había casado, no era igual que su madre. Y es verdad que cuando yo veo el caso de mis hijos, y también el del resto de los jóvenes, los jóvenes chicos, han cambiado también.

Pero claro, esto que es positivo en su mayor parte, tiene un correlato, en el cambio en los modos de crianza. Cuando se ve la historia, las mujeres, por centrarnos en ellas, han pasado por épocas mucho más difíciles que la actual y no había la misma repercusión demográfica, es decir, estaban en condiciones mucho menos disponibles para criar hijos y sin embargo no se daba una disminución de la fertilidad.

Al interesarme por las investigaciones que tratan de explicar estos hechos, vemos en primer lugar que no hay literatura suficientemente fiable. Los mejores estudios son los de la psicosociología evolucionista. Les voy a resumir las conclusiones a las que ha llegado Newson y colaboradores. En mi opinión, han publicado la mejor síntesis de la comprensión que se ha hecho a partir de la sociología evolucionista.

Como saben, esto plantea cuestiones interesantes que van a ser abordadas. Una cuestión de fondo, es la relación que existe entre la evolución biológica dirigida por la selección natural o dirigida por la cultura. Como saben, la cultura es lo que los antepasados transmiten a los hijos, la forma de aprendizaje. En principio, la cultura y la evolución biológica van en la misma dirección, pero no siempre es así, el ejemplo más claro que tenemos es el de las armas nucleares, las armas atómicas. La cultura, es decir, cosas que se han aprendido y transmitido de padres a hijos, ha llevado a acumular la destrucción, las armas capaces de destruir la especie y de destruir incluso el sistema solar si yo he comprendido bien. Evidentemente aquí hay una contradicción, puesto que la evolución empuja siempre por selección natural a la organización y a la multiplicación de la vida, mientras que aquí hay una destructividad a la cual voy a referirme. La cultura vemos aquí como nos lleva a algo que es destructivo, contrario o radicalmente opuesto a la vida. Estos autores han hecho unos modelos explicativos que les resumo rápidamente.

Hay modelos que dicen que esta decisión de tener hijos o no, es una cuestión que está bajo control individual y para otro tipo de modelos, el segundo tipo, que es bajo control social.

Los modelos de control individual han ido evolucionando. Según esta concepción, los padres deciden tener un hijo por un cálculo coste-beneficio y que los hijos eran un factor económico fundamental tradicionalmente para la familia y que tener hijos era una riqueza en sí mismo. El beneficio de los hijos, poco a poco se compara con otros beneficios, y la mujer empieza a considerar que es más costoso criar niños en términos de los beneficios que van a perder. Son términos crudos, pero para la reflexión y el debate están actuando este tipo de factores. En nuestra terminología evidentemente esto no tiene por qué ser consciente y deliberado. A esto se ha sumado cronológicamente la tecnología del control de la natalidad y la ruptura biológica del lazo, que aunque no era directo era obligatorio, entre sexualidad y producción de niños.

Luego están los modelos de control social que dicen que en realidad las mujeres no toman solas esta acción, sino que están influenciadas socialmente. El modelo dice que existe una tendencia a imitar las conductas más extendidas a las que se atribuye mayor prestigio en el grupo. Esto tradicionalmente evidentemente funcionaba en el grupo familiar y por ello se ve como esta tendencia a la imitación funcionaba respecto a madres, tías, etc. Pero con el cambio social se ha perdido el contacto directo con este grupo familiar y rural, y ha sido reemplazado por la multiplicación de canales de contacto e información.

Yo añadiría aquí una cosa que me ha hecho reflexionar, para comprenderlo rápidamente, de que esto había sido ya analizado por Marx en términos de pérdida de referencias cuando hay un desplazamiento de la población. Es decir, que el campesino tiene sus referencias tradicionales, procesa la información directa y toma sus decisiones. Cuando ha cambiado el tipo de sociedad, y ya saben que dentro de las europeas, la española ha sido una de las ultimas, ha cambiado y ha dejado de ser mayoritariamente rural, se observa que este cambio implica una cosa que ya Ortega y Gasset había previsto en su libro “La Rebelión de las Masas”: la población se iba a encontrar con sus referencias perdidas y que esto iba a significar una forma de alienación en la cual no han podido tener el desarrollo cultural suficiente para procesar la información por sí mismos y entonces la tendencia a la imitación es claramente dominante y esta tendencia a la imitación es evidentemente utilizada.
Umberto Eco señala que el cerebro humano tiene una debilidad y es que es sensible e influido por la simple repetición del mensaje. Triste, pero el hecho de que una cosa se repita y se repita, tiene una influencia en nuestro comportamiento y en nuestras decisiones si no tenemos ese otro control que ya había profetizado Ortega y Gasset, que es la capacidad de pensar por sí mismo, pero ven ustedes que esto significa una alienación.

Psicodinámicamente la pregunta es: ¿cómo hacen las mujeres para bloquear esta tendencia natural a tener hijos? ¿Cómo hacen para bloquear la tendencia más importante desde el punto de vista de la biología y del desarrollo? Según mi experiencia, de una forma muy clara: utilizando el mecanismo de escisión y de negación. Hablas con una chica de 30 años y le preguntas: ¿tú cuando vas a tener un hijo? Responde “Ah, más tarde”, ¿qué está haciendo? Está diciendo que eso no lo escucha, sin embargo la información la tiene. Este bloqueo de la tendencia natural a tener hijos, tiene un triple riesgo:

El primer riesgo es para el grupo social: es el riesgo de la extinción. Un segundo riesgo es para la mujer: Esa chica está negando que tener hijos a partir de los 30 supone un aumento de riesgos para el embarazo, para las características del niño incluidas las malformaciones, pero también para la salud de la mujer. Existe ya una epidemiología por ejemplo del cáncer de mama, si no se ha tenido un hijo antes de los 30 años, el riesgo es mayor. Pero está también el aspecto psicológico. El hecho de tener una escisión y funcionar de esta manera implica un trastorno en la integridad. Hay ahí de alguna manera u otra un signo de amenaza que se traduce por una forma u otra de ansiedad y también de frustración que se vive en términos depresivos. Existe después la actitud hacia el hijo tardío y/o único. Puesto que estamos en una situación nueva, cuando estas mujeres tienen un hijo tardío, hay una tendencia general, desde mi punto de vista, a la sobreestimación del niño, de este artículo que ha pasado a ser raro y poco frecuente. Esta sobreestimación, necesariamente interviene en la relación madre-hijo y padre-hijo y que en general lleva una mayor ansiedad de perder este niño, que a su vez conduce a una hiperprotección y según yo, esta hiperprotección se traduce en comportamientos determinados de diversos tipos. Yo señalaré aquí una cierta tendencia a no fijar los límites frustrantes de la realidad.

El tercer riesgo es pues para el mismo niño. Como consecuencia de lo visto, el niño tardío y único, ya comienza su vida en unas condiciones que, hablando siempre en términos de población, implican que se le está dificultando, o más bien dicho, que se está fomentando el mantenerse el mayor tiempo posible funcionando por el principio de placer, es decir, no teniendo en cuenta la realidad, no funcionando por el principio de realidad. Como saben, esto puede tener sus consecuencias psicopatológicas.

Intervenciones

Pienso que se pueden empezar a tomar medidas sólo si se toma conciencia de los aspectos negativos de los que estamos hablando. Durante unos años, bastantes años, participé en un grupo que había creado Ana Segal. Ella estaba impresionada por este ejemplo que les puse antes de la escisión de la sociedad que vive tranquilamente como si no tuviera esas armas nucleares en el sótano de casa. Ella veía todo esto como una amenaza de destrucción (que sigue siendo totalmente actual) y entonces hizo una acción que me parece que podría ser un modelo de acción en este tipo de casos. Ya ven aquí, que el objetivo sería cómo ayudar a estas mujeres, tan jóvenes, preadolecentes y adolescentes, a utilizar menos estos mecanismos de escisión y confrontarse con la realidad de sus propias tendencias aunque tengan las dificultades que hemos dicho antes. Es como yo vería el problema.

Segunda zona de riesgo: La presencia de los padres

Nos planteamos el riesgo que existe ante la ausencia de los padres, el riesgo que vemos en los niños de la llave en el cuello, televisión y Play Station. Ante este riesgo vemos también las diferencias marcadas por las clases sociales. En la clase media-alta, ante la no presencia de los padres, se encuentran diversas fórmulas que esencialmente pasan por reemplazarse por otras mujeres, los abuelos, y luego la escuela y la guardería. En la clase obrera media-baja, frecuentemente inmigrantes internos o extranjeros, no hay abuelos y no se puede pagar a una mujer que reemplace a los padres y surge la llave al cuello y la televisión. Esto tiene ya consecuencias: los niños interactúan poco o muy poco con sus propios padres.

Pienso que la neurociencia actual desde el punto de vista científico ha venido a apoyar y confirmar una cosa que ya sabíamos, que la interacción entre los padres y los hijos, parece muy importante en la vida de los hijos. También Eulalia Torras de Beá ha pensado en esto (1) y es verdad, los avances actuales en neurociencias sobre la plasticidad cerebral, asi como los dos otros grandes avances en neurofisiología: los circuitos de la memoria (Kandel) y el Sistema de Neuronas Espejo (Rizzolatti), me ha llevado a proponer una forma que ya conocen. El niño, desde el nacimiento, y quizas antes, es un organismo que nace adaptado al medio que espera encontrar, programado para entrar en relación y reprogramarse en función de la experiencia de esta relación, programado para entrar en relación.

En efecto, el bebé desde el nacimiento o ya antes, sabe a quién va a encontrar. Ese otro que va a encontrar es otro organismo, la madre, que a su vez está programada para entrar en relación con el bebé y reprogramarse ella también en función de esta relación. No me puedo extender aquí en defender esto pero les diré que desde el punto de vista de la neurociencia, si yo tomo por ejemplo el handbook de referencia americano (Purves y coll 2002) en neurociencia les voy a decir citando que “existen ahora pruebas abundantes de las diferencias ligadas al sexo en el cerebro humano, todo esto en diversas zonas, no solo en el hipotálamo y en regiones subtalámicas pero también en la corteza cerebral. Un cierto número de comportamientos reproductores están bajo el control del hipotálamo así como los comportamientos parentales, y esto de una manera de diferencia sexual en los hombres y en las mujeres. Estas diferencias del sistema nervioso, así como los comportamientos que determinan son pues considerados como muestras del dimorfismo sexual. Ciertas diferencias comportamentales pueden tener sus raíces en normas culturales o sociales, pero las diferencias entre sexos se deben en su mayoría al hecho de que el cerebro del hombre y el de la mujer son diferentes en diversos aspectos”.

Desde el punto de vista psicodinámico esto implica un modelo también de desarrollo. Desde mi modelo, dentro de las Relaciones de Objetos y compatible con las investigaciones en Neurociencias, se puede decir que existe un yo desde el nacimiento, una relación de objeto desde el nacimiento y una diferencia entre el yo y el no-yo desde el nacimiento.

El bebé y su programa es capaz de adaptarse a otras circunstancias. Recordemos las observaciones de Lorenz, quien demostró que la oca, estando programada para seguir a su mamá, si ésta no está es capaz de seguir hasta el sombrero de Lorenz si se movía un poco como la otra. Es decir, que los bebés son capaces de adaptarse y reorganizarse, pero esto significa una reorganización de su programa que existe el riesgo de un precio y esta es la otra cuestión que nosotros debemos debatir.

Voy a citar algo que yo comparto plenamente de nuestra colega Eulalia. Ella denuncia en sus conclusiones “las falsas y demagógicas medidas propuestas hasta ahora que potencian la mayor institucionalización del bebé y del niño”.

He leído hace poco de personas autorizadas en escritos públicos, el interés de que los bebés empiecen la escuela a 0 años. Les citaré otro ejemplo de las interferencias en esta cuestión en el debate de una consejera autonómica que mandó hacer una encuesta a las madres trabajadoras. Una de las preguntas era qué querían hacer estas madres y resultaba que la gran mayoría decían que si pudieran se iban a su casa a criar a sus hijos. Como esto no le gustó, esta estadística no fue publicada. Aquí hay un factor de interferencia.

Aquí la intervención yo creo que es sociopolítica, no tenemos otra; existen luego los casos individuales. En éste, el ejemplo es la plataforma de nuestra colega de SEPYPNA Ana Pavón para aumentar el tiempo por medidas socioeconómicas.

Tercera zona de riesgo: Separaciones/divorcios – Familias monoparentales/reconstruidas

La separación y la reconstitución de las parejas también implica una situación de riego. Yo anunciaría que todo esto puede ser comprendido en el concepto clásico de crisis. Crisis es una situación de desequilibrio, una prueba que los niños tienen que confrontar, (evidentemente la crisis es un momento de riesgo, de desorganización). Si la supera, el niño sale reforzado.

No cabe duda de que la posibilidad del divorcio es una medida muy positiva y puede ser la mejor solución en muchos casos, pero tienen también efectos colaterales en los niños. El divorcio es siempre una pérdida, o una amenaza de pérdida. La crisis es una prueba para el niño que éste puede superar aunque también es una amenza que puede desequilibrarle. Ya saben que aquí las intervenciones son para que se pase lo mejor posible mediante una acción cuando nos concierne, sobre la pareja, y una terapia focal de crisis para ayudar al niño en estas situaciones.

Cuarta zona de riesgo: La larga adolescencia

La larga adolescencia sería otra zona de riesgo. Ya saben que la adolescencia en sí misma es una crisis del desarrollo. Pero los adolescentes de hoy, como ya han nacido en las condiciones de riesgo, han acumulado los factores de riesgo. No debemos extrañarnos, en mi opinión, que nos encontremos con una adolescencia con más posibilidades psicopatológicas. Los vamos a encontrar más alienados como he señalado antes, es decir, dependientes del grupo global y de las comunicaciones, con lo que llaman valores, y más retrasados en la evolución en términos del principio del placer al principio de la realidad.

Para terminar, en la Diapositiva 4, ven como lo que eran separaciones en España se van convirtiendo poco a poco en divorcios, pero en realidad significa un aumento, y ya saben la cifra que les he dicho antes del 60%.

Diapositiva 4:

En este cúmulo de riesgos que les he enumerado y que vamos a debatir hay ciertos indicadores incluso somáticos. Aquí les señalo uno que es considerado actual y que es el aumento de la obesidad en los niños (Diapositiva 5). Hay otra cifra que a mí también me parece muy importante: en Ginebra las consultas de urgencia pediátrica se han aumentado en 100% en quince años, es decir, se han doblado.

Diapositiva 5:

En conclusión, la población infanto-juvenil actual es, para mí, un grupo a riesgo (Diapositiva 6).

Diapositiva 6:

Los nuevos modos de crianza significan un cambio radical del tradicional que había hecho sus pruebas y que había funcionado durante milenios con una eficacia competitiva con respecto a las otras especies clara y rotunda. Es un salto en el vacío y en realidad no podemos saber a dónde vamos.

La toma de conciencia colectiva, puesto que esto es un fenómeno cultural, me parece a mí una base necesaria para cualquier otro tipo de medida y también la creatividad humana, que seamos capaces de utilizar nuestra propia capacidad de innovación. Y en ese sentido, yo modestamente, voy a proponer a la Junta de SEPYPNA que creemos una comisión permanente encargada de fomentar, estimular y hacer proyectos de investigación clínica en este campo.

NOTAS:

1. N. E. Hace referencia a cómo la Dra. Eulalia Torras es promotora de un manifiesto que señala la importancia de la relación y la presencia entre los hijos y los padres: sepypna.com/documentos/Entrevista-Dra-Torras-de-Bea.pdfmastiempoconloshijos.blogspot.com/

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