Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente

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Ábrele la puerta al día

PDF: diaz-abrele-la-puerta-al-dia.pdf | Revista: 47 | Año: 2009

Díaz Rodríguez, M.ª Esther
Dra. Psiquiatra-Jefa de Sección “Complejo Hospitalario Universitario A Coruña” / Servicio Galego de Saúde

Ponencia presentada en el XXI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente (SEPYPNA) que bajo el título “Períodos de transición en el desarrollo e intervenciones psicoterapéuticas” tuvo lugar en Almagro (Ciudad Real) del 17 al 18 de octubre de 2008.

RESUMEN: “Ábrelle a porta ó día” (Ábrele la puerta al día), así empieza un poema en gallego en el que siempre pienso cuando comienzo el tratamiento con un paciente grave.
A finales de 2005 la Orientadora Escolar del colegio de Marcos, un niño de 6 años, me pidió cita con la conformidad de sus padres.
En el colegio les llamaban la atención los problemas de aprendizaje, y sobre todo de relación con sus compañeros.
Los padres, profesores ambos, pusieron el acento en la primera entrevista en las dificultades en el aprendizaje.
Desde entonces, el tratamiento psicoterapéutico con Marcos se realiza quincenalmente. Con la madre, comenzó pocos meses después un trabajo de diferenciación de su hijo, también quincenalmente.
Intentaré reflejar en mi exposición, cómo, para que se den los “periodos de transición en el desarrollo”, va a ser necesario que ese niño nazca de forma imaginaria y simbólica para la madre.
Palabras Claves: hijo, madre, nacimiento, desarrollo.

El inicio (comenzar o promover una cosa).
De las primeras entrevistas con Marcos y sus padres destaco lo siguiente:
Tiene un hermano dos años mayor que él.
Cuentan los padres que fue un niño muy enfermo sobre todo hasta los tres años, y está diagnosticado de asma.
Tiene mucha fantasía, supone la madre que la utiliza para encontrarse mejor físicamente. Su tema constante son los barcos y se nombra como capitán de barco.
Para ellos es un niño feliz en casa, algo inquieto.
Lo que esperan de la consulta son pautas para reforzar la atención de su hijo.
Y añade el padre, también saber lo que le pasa, porque a lo mejor tiene algo que ellos no ven, porque no son objetivos.
Lo describen de carácter alegre y divertido. Cariñoso y sensible. Aparentemente extrovertido, hablador, no comunica sentimientos.
No se enfada fácilmente y si ocurre, porque los padres le niegan algo, llora mucho.
No es rencoroso, y “se le cura todo con un beso”, dicen.
La madre resalta los miedos que tiene: a los esqueletos, máscaras, bombas, truenos, ruidos fuertes, desde que tenía meses.
Marcos dibuja, mientras, por propia iniciativa. Ha estado jugando sobre todo con el tren y animales, construyendo historias.
Según dibuja, borra una y otra vez, porque no le gusta como queda, se preocupa de dejar todo limpio, la mesa, y su ropa.
Al preguntarle, responde de forma escueta. Muy pendiente de la madre, cada vez que dice algo mira para ella, pide su confirmación, y se extiende hablando con ella. Serio, no mira directamente. La madre aclara que hasta que no tiene confianza no mira.

Sobre su crianza dicen que ya nació mal, a los pocos meses ya tenía un pitido en el pecho. Lloraba mucho. Ahora piensan, que no respiraba bien y por eso lloraba.
Tuvo un ingreso en la UVI a los 9 meses, y un segundo ingreso a los 11 meses.
Lo recuerdan con mucha angustia.
Fue diagnosticado de asma al año. Empezó entonces la recuperación, con mucho ejercicio al aire libre, y medicación.
Ha comido siempre muy mal, vomitaba constantemente, comió todo en papilla durante años, siempre en el límite del percentil de peso adecuado. Se le deformaba el paladar y hubo que suprimir las papillas.
Respecto al sueño, el padre dice que arrastran ya un problema con el hijo mayor, este tiene miedo a la oscuridad y duerme con ellos.
Para que el padre pudiera dormir (está diagnosticado de TOC), la madre se fue a dormir a cama del mayor y este con el padre. Casi todos los días se mete también Marcos con ellos.
Empezó el colegio con 4 años. Tiene problemas de atención, dicen.
Está con profesora terapéutica, 3 horas por semana. Esta les ha dicho que le cuesta ponerse en lo que está ocurriendo en el momento, tiende al ensimismamiento con otros temas; cuando hay que recortar algo, termina cortando todo, incluido lo que hay que guardar, y se muestra con ella más próximo de lo habitual en un niño de su edad.
La madre, trabaja mucho con él porque lo que aprende un día, al siguiente no lo sabe. En un juego o ejercicio de cuatro reglas a la tercera ya no lo sigue.
Respecto a su individuación, sabe comer y vestirse solo, pero se lo hacen porque es muy lento, dicen. También lo duchan.
El padre agrega que es feliz siendo pequeño.
Con los niños se acerca. Tiende a relacionarse con niños de su edad o menores. Ni manda ni se deja mandar, si le interesa juega, si no se marcha.
Va o vienen a su casa amigos, por iniciativa de los padres.
La madre acaba diciendo que le preocupa cómo se relaciona con otros niños.
Marcos solo en el despacho, se sienta lo más alejado posible de mí. Cuando lo invito a acercarse lo hace pero se pone de medio lado. Lo invito a dibujar y dice que no quiere, que quiere jugar con la casa, ésta es un puzzle de construcción para niños de 2 a 4 años.
Le da muchas vueltas y acaba pidiendo ayuda. Intenta después hacerlo solo y no lo consigue, a pesar de tener el esquema visual en la caja, pero no para de intentarlo hasta que tiene que recoger, y lo hace sin más.

En la segunda consulta, la madre dice que ya come solo, se viste solo, duerme solo, que lo aceptó todo muy bien.
En el colegio sigue el problema, o no quiere trabajar alguna vez, o si se le dice que lo hizo muy bien, rompe la ficha. Se confunde a la hora de identificar los contrarios. No sabe identificar el antes y el después en los números, sin hacer la secuencia completa. Y se puede pasar horas haciendo lo mismo aunque no le salga. La madre piensa que no deduce.

En camino (vía que se construye para transitar).
Los ruidos que a él le asustan, sobre todo por la noche, se puede pensar que remiten a la escena primaria, junto con el problema de dormir que contaron el primer día. Él está
muy pendiente de lo que oye, pero también está pendiente la madre de los ruidos, ¿está proyectando?, dice que él teme que les pase algo a ellos, ¿será que ella teme que le pase algo a él?.
El problema de ansiedad en la madre por separarse de su hijo, había que trabajarlo.

Voy a mostrar a través de los dibujos de Marcos y un extracto de una consulta con la madre, parte del camino transitado en estos dos años largos.

Habían pasado cinco meses desde nuestro primer encuentro, y en este primer dibujo, (nº 1) se aprecia belicosidad, muchas cosas mezcladas, sin organizar, día y noche, la luna, la estrella fugaz, etc., pero hay movimiento en lo que dibuja (bolas de cañón, sol, y nieve que derrite), e intenta escribirlo (nº 1-1). Quiere esto decir que está simbolizando y hay conflicto. El segundo dibujo (nº 2) es más caótico, borra al hombre, hace el castillo, un montón de bolas de cañón, aparece la “z” de El Zorro, personaje mítico, y en el tercer dibujo (nº 3) hay un nivel más alto de organización, hay una persona que lleva el timón del barco, el sol, tres velas del barco y una bandera.
Que en la misma sesión haga esta secuencia de dibujos con el último más organizado y claro, hace pensar que tiene un buen pronóstico.
Es un niño con unas defensas primarias que no le permiten desarrollarse. En los dibujos se ve conflicto, así que me planteo ayudarle a construir las vías para diferenciarse y separarse de su madre.

En otro momento a los ocho meses de tratamiento, él se da cuenta de que está ocurriendo algo importante en su interior. Después de hablarme de que a veces lo mismo que su hermano, él se va a la cama de su padre y no lo puede hacer, ya que este le riñe, dice, “te voy a contar algo importante” y no lo expresa verbalmente sino con los dibujos.
En el primer dibujo (nº 4) hay triangulación (aparece la A -inicial del nombre de la madre pegada a su nombre-, aparece Marcos y el capitán), pero no diferenciación. El capitán está fuera del barco, pero tiene que estar dentro, “es el que dirige”, sino el barco se hunde.
No tiene su yo integrado. Y hay que trabajar entonces para que pueda meter dentro al “capitán”, conducir “su barco”.
En el segundo dibujo (nº 5), se puede entender que cuando no pueden con lo que está ocurriendo, se desorganizan, se hunden la madre y él. Al barco hundido lo cubre el mar.
El tercer dibujo (nº 6) puede denotar, que muchas veces para separarse y diferenciarse del objeto (Marcos dice que le sobra esa A en el dibujo y está separada ya de su nombre), hay que hacerlo, o se hace, de forma agresiva, odiando. El objeto malo está fuera y hay que bombardearlo.

Él empieza a observar y ver a los de fuera. Cuenta que el hermano se ha caído de la bicicleta, que se ha saltado un stop, y habla de los niños de su clase. Está mirando lo que ocurre en su entorno.
Comienza entonces a establecer la diferencia en las relaciones,”esto es inventado” dice a veces de lo que cuenta.
Las matemáticas le siguen costando, porque tienen que ver con el concepto del cero, con la identidad que está definiendo.

Meses después Marcos que está más organizado, hace un dibujo (nº 7) en donde se ve una clara mejoría. Ya hay indicios de que se está instalando la represión dentro de él. Aparecen señales de tráfico limitando, el sol suda, hace calor. Los tanques se convierten en niños y se hacen amigos, uno le dice al otro que lo siga (yo lo entiendo a nivel transferencial). Se pierden, pero encuentran la salida. Hay un árbol, un edificio medio derruido pero se pregunta cómo está construido.

A los dos años de tratamiento, la madre dice en una consulta lo siguiente: estos días Marcos lo está pasando muy mal por la lluvia, come mal, duerme mal, tarda en dormir, se despierta temprano, está cansado y trae más deberes del colegio. Ya no saben qué hacer, le han explicado muchas veces que no pasa nada si hay tormenta, pero parece que no le sirve, los mimos tampoco, ayer no pudo cenar, al final le dijeron que no volviera a salir de la habitación que contara ovejitas, y se acabó durmiendo.
Siempre tuvo la sensación de que a su hijo lo tenía prestado y en cualquier momento podía perderlo. Desde que nació siempre se podía ir, aún el otro día fue a revisión de su alergia y el médico le dijo que estaba en el límite del peso, y se angustió mucho. Otra vez el peligro, otra vez tratamiento. Se da cuenta de que con el otro hijo no está tan pendiente de todo. Se emociona. Estos días ha vomitado alguna vez. Cuando era pequeño cualquier bocado de más lo vomitaba, no cogía peso, es revivir todo otra vez.
Se siente culpable, algo debió haber hecho mal para que el niño saliera así enfermo. Cuando viene con una nota del colegio, o mismo lo que le dijo el médico, siempre piensa en cómo hacer para solucionarlo ella misma, cómo hacerlo bien.
Yo le señalo que es como estar continuamente embarazada, como si Marcos no hubiese nacido, siempre pensando en qué hacer ella. No se le concede a Marcos que es una persona que piensa y tiene parte en lo que le ocurre. Es estar siempre en “a ver si nace bien de esta vez”, pero ya ha nacido hace 8 años.

Pienso que la madre como su hijo, necesita alguien que la esté mirando, alguien al lado, para contenerse y poder actuar con su hijo de otra manera, ver lo positivo de él.

Ahora (a esta hora, en este momento, en el tiempo actual o presente).
Marcos ha pasado de venir con cañones, barcos de piratas, naves galácticas, y no soltarlas en el tiempo de consulta, a dejarlas olvidadas en mi despacho al marchar. Ahora, ya no trae nada que lo acompañe defensivamente por lo que pueda pasar en la sesión.
Habla mucho, y ha pasado del dibujo, a jugar, hacer puzzles recordando que antes no le salían, y construir imaginativamente, combinando colores y formas, ruedas que engarzan unas con otras, y giran al mismo tiempo.
Y quiere ser de mayor capitán de barco, no sabe si de barco pesquero o carguero. La vista que hay desde el despacho le sirve para pensar, imaginar, sobre el mar, sobre los barcos y quienes los dirigen. Probablemente no solo sea la vista, sino la transferencia establecida, la escucha, el darle un estatuto de sujeto.

La madre, ve con dificultad los progresos, y las capacidades de su hijo, los nombra, pero no los piensa, y hay que señalárselo.

Marcos, ya no está pendiente al acostarse de si llueve o no.
Y la madre reflexiona sobre que está nerviosa cuando trata de enseñarle y se lo transmite. Y también sobre que ve en él rasgos de carácter de ella, que le hicieron sufrir mucho, y no quiere que él sufra.
Pero ha decidido dejarlo crecer dice, ya que no puede hacer todo perfecto.

Este es un relato corto de una larga historia, la de Marcos.
Comenzó cerca de la “Torre de Hércules” creyéndose capitán de barco, pasó por querer ser como el Capitán pirata “Jack Sparrow” (recuerdo aquí la maldición que tenía de no ser persona humana, maldición que acaba venciendo), y ahora mira hacia el puerto pensando en ser de mayor capitán de los barcos cargueros que ve llegar y zarpar, llenos y vacíos, como en el barco de la vida.

Y yo pienso en este poema:

Ábrelle a porta ó día
que vén tralas montañas,
que invade os arredores
do camiño da vida.

(Ábrele la puerta al día
que viene detrás de las montañas,
que invade los alrededores
del camino de la vida.)

Darío Xohán Cabana

En definitiva, nuestro trabajo.

A Coruña, septiembre de 2008

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